lunes, 11 de enero de 2016

Página 24: El Gran Gatsby

¡Hola Letcores Invisibles! Yo soy Alberto, y el día de hoy les traigo otra entrada de esta sección que tenía un poco abandonada.

Se trata de transcribir la página 24 de tu lectura actual para que los demás se animen conociendo un poco el estilo del autor.

Imagen integrada 1

En estos momentos estoy a la mitad de El gran Gatsby y les comparto la página 24.

Salieron conmigo hasta la puerta y permanecieron uno al lado de otro en un alegre rectángulo de luz. Mientras ponía el coche en marcha, Daisy exclamó con un tono autoritario: "¡Espera!".-He olvidado preguntarte algo y es importante. Oímos que te habías prometido en el Oeste.-Es cierto -corroboró Tom amablemente-. Oímos que te había prometido.-Pues no es cierto; la verdad es que soy demasiado pobre para eso.-Pues lo hemos oído -insistió Daisy, que me sorprendió abriéndose de nuevo como una flor-. Nos lo han dicho tres personas, así que debe ser cierto.
Por supuesto, yo sabía de que hablaban, pero no estaba ni remotamente prometido. Que las habladurías diesen por leídas las amonestaciones era una de las razones de mi traslado al Este. No se puede dejar de salir con una vieja amiga por simple rumor; por otro lado, yo no tenia la intención de que unos rumores me obligaran a casarme.
Su interés por mí me conmovió bastante y los hizo menos remotamente ricos a mis ojos. Mientras me alejaba me sentía, sin embargo, confundido y un poco molesto. Tenía la impresión de que lo correcto sería que Daisy se marchara a toda prisa de la casa con su hijita en brazos; pero esa idea, al parecer, ni siquiera le había pasado por la cabeza. En cuanto a Tom, el hecho de que "tuviera una mujer en Nueva York" era en realidad menos sorprendente que verlo deprimido por la lectura de un libro. Algo le estaba haciendo rumiar rancias ideas, como si su robusto egoísmo carnal no lograra dar alimento suficiente a su impetuoso corazón.
Ya era pleno verano en los techos de los hoteles junto a la carretera y delante de las gasolineras, donde los surtidores rojos, recién estrenados, brillaban en medio de grandes manchas de luz, y cuando llegué a mi casa en West Egg metí el coche bajo el cobertizo y me senté un rato en una podadora abandonada.
Y bueno, hasta aquí termina la página, espero que les haya gustado y que se animen a leer El Gran Gatsby, hasta donde voy me está gustando, ya les contaré en la reseña.

Cuídense.
Bye.

4 comentarios:

  1. Adoro esta sección. Es justo lo que se necesita para que quiera ir a -robarte el libro- comprar un ejemplar XD
    ¡Un beso y muchas gracias!

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    1. Hola!!!
      Espero que te animes, creo que es un buen libro, aún no lo termino pero va bien.

      Saludos!!!

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  2. ¡Hola Alberto!
    Qué buena elección, pero me niego a leer la transcripción porque aún no empiezo la lectura del book club.
    ¡Qué bueno que decidas acompañarnos un mes más con nuestros clásicos!
    Un abrazo grande.

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    Respuestas
    1. Hola!!!
      Creo que la puedes leer con libertad, no hay spoilers ni pequeñitos.
      Si fuera tú empezaría lo antes posible porque no es tan rápido como lo creí, se necesita un poco de paciencia sobre todo al inicio.

      Saludos!!!

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